lunes, 16 de julio de 2012

Sueños que te hacen no querer despertar..




-Lo mejor de los sueños es que en ellos suceden cosas inimaginables, cosas que quizás en la vida real no haríamos, no se tienen miedos, eres invencible, pero al final... solo son un sueño...

-Pero no es solo un pequeño sueño… es una gota de lo infinito... una gota que en las mejores imaginaciones crea castillos, salva damiselas, viaja al espacio, salta al vacío y descubre que si puede volar...

-Un escritor irlandés dijo "Ves cosas y dices... ¿Por qué?... Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo... ¿Por qué no?"

-Mi sueño se los relato como lo recuerdo, que no es mucho, pero si lo suficiente... tratare de amoldarlo para que sea más interesante de leer. Espero que lo disfruten.

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-En el reflejo de un espejo veo una versión elegante de mi mismo que se acomoda la corbata y que a la vez espía a lo lejos las personas que están detrás, un ambiente alegre, lleno de tintineo de copas, luces brillantes e innumerables risas me rodea, creo que era Diciembre por el tipo de decoración, miro al rededor y me encuentro en un salón de fiesta lleno de gente que no conozco, algunas tiendas que mostraban los últimos productos de tecnología a los ricos que se acercaban a curiosear... en el medio del lugar, separado por paredes de cristal una sala exclusiva con muebles a su alrededor ocupados por gente con cara de que algo olía mal, en el centro un zona destinada al baile ocupada por solo una pareja con cara de haberse pasado de tragos, junto a ellos una mesa llena de artículos que parecían de colección..

-Un momento de silencio... todos miran hacia la entrada, volteo y logro mirar sobre las cabezas de las personas que ahora están de pie a un grupo de personas es su mayoría guarda espaldas que escoltan a una linda chica que usa un vestido negro bastante tentador y a un señor bastante pasado de peso cubierto de pieles que tiene cara de obstinación, algunos hacen seña de reverencia, otros saludan con una leve inclinación de la cabeza, y otros se limitan a solo mirar... los sigo con la mirada mientras caminan por una alfombra de un marrón bastante feo que llega al salón de cristal, al entrar todos los saludan con un gran afecto que en mi opinión pareció bastante simulado...

-Frente a mi pasa un mesonero con una bandeja de plata sobre la cual reposan algunas copas llenas de champan que me ofrece muy cortésmente, tomo dos y camino al salón de cristal donde aquella mujer hermosa con cabello pelirrojo, piel blanca y vestido negro tentación descansa sentada sola en un sillón

-El resto de las personas la ignoraban… simplemente tenían más interés en hablar de negocios con el recién llegado que probablemente era su padre.

-Al llegar a la entra dos hombres vestidos con la misma ropa, me detienen y sin decir nada me hacen entender que no puedo entrar... al parecer no era lo suficiente importante como para ingresar... la chica me mira y entiende cuales eran mis intenciones… sin embargo no parece importarle…

-Desilusionado camino a la barra donde me tomo ambas copas pensando en las infinitas cosas que pudieron suceder si hubiese logrado entrar…

-Luego de un rato me volteo de nuevo a mirar mi alrededor, para mi sorpresa la chica con el vestido negro venia caminando hacia mi… me miraba fijamente como si no hubiese mas nadie allí, al llegar a la barra sin decir nada se sienta mi lado y pide dos tragos…

-Yo estaba absorto con su presencia, era aun más bella de cerca su piel tenía algunas pecas, su cuello quedaba al descubierto por un hermoso peinado que dejaba también ver unos sarcillos que hipnotizaban con un balanceo brillante, bajando la mirada una espalda descubierta perfectamente torneada, unas piernas esbeltas que demostraban que se ejercitaba… una voz al fondo me decía algo… yo no sabía qué..., por salir del apuro inmediatamente pregunto su nombre…

-Atónita por mi pregunta me mira con unos ojos azules que reflejan las muchas luces que nos rodean, parecía sorprendida el hecho de que no sabía quién era…

-Con cara de desinterés me dice su nombre, y quien realmente era ella, que era hija de un gran comerciante de antigüedades y coleccionista que viajaba por el mundo exhibiendo y vendiendo partes de su colección a los más ricos de cada país… esa fiesta que había allí, era algo exclusivo y yo no sabía cómo logré entrar.

-Luego de decir mi nombre recuerdo pasar unas horas más contando las cosas banales de la vida, nuestra ocupación, donde vivíamos, que hacíamos en nuestro tiempo libre siendo interrumpido de vez en cuando por algún extraño que se acercaba a saludar… por lo que nos decidimos por ir a un sitio más calmado…

-Me dijo que se tenía que librar de los guarda espalda, que encontraría la forma de hacerlo, que nos viéramos en el ascensor, asintiendo levanto la mirada y veo par de gorilas que miran en nuestra dirección.

-Me da un beso frio-húmedo en la mejilla, se voltea y se va de nuevo a la habitación de cristal, la veo desaparecer entre las personas, respiro hondo, miro de nuevo alrededor y camino al elevador…

-Luego de unos 5 minutos de espera impaciente, llega ella con una sonrisa disimulada, parecía emocionada, se me acerca al oído y me dice que tenemos un buen rato, había logrado engañar a todos…

-Entramos al elevador, subiendo al segundo piso un silencio es roto por el sonido de la campana que avisaba que habíamos llegado, solo había algunas pocas luces encendidas, a lo lejos solo se veía una mujer bastante mayor con una pulidora… me preguntaba que hacia trabajando a estas horas… ella camina a una baranda donde se recuesta y me mira, me acerco y sin previo aviso me abrasa,

Nuestras caras están muy cercas, de reojo miro hacia abajo y veo luces, era la fiesta…

-De nuevo concentrándome en ella, veo lo perfecta que es, sus ojos me absorben de nuevo, ella cierra sus ojos y sin pensarlo la beso, sus labios tenía un sabor bastante único, eran dulces y fríos, el tiempo parecía detenerse, mis manos sostenían su perfecto rostro, su piel era tibia y bastante lisa… no quería que ese momento terminara…

-Un buen rato después nos mirábamos de nuevo sin entender que pasaba, ella interrumpe de nuevo el silencio diciendo que nunca había sentido algo así por nadie tan rápidamente, que estaba confundida… decía que se tenía que ir… yo le pedía que se quedara un rato más, pero parecía no oírme, la tome de la mano y la hice caminar junto a mi unos metros, ella se detiene y vuelve a mirarme fijamente, sosteniendo su cuello la beso intensamente, como si fuera la última vez… ella se separa bruscamente y se va corriendo, yo quedo parado en medio de un pasillo a media luz aun sin entender que pasa..

-Ella se dirigía a la Sra. que vimos un tiempo atrás… hablan por un momento y ella sonriendo le entrega algo, tomándolo, inmediatamente vuelve corriendo me toma por la mano y entramos de nuevo al ascensor… miro hacia afuera y la Sra. de mantenimiento aun sonríe, las puertas se cierra y subimos a un tercer piso, me arrastra de nuevo por un pasillo totalmente oscuro, saca unas llaves, y abre una puerta gris de al parece un baño, entramos y luego de dar unos pasos escucho el pasador trancando de nuevo la puerta…

Nos encontrábamos en un baño bastante grande y lujoso, había grandes espejos adornados de marcos tallados de color dorado, pisos de mármol y decoración bastante fina, ella se me acerca pausadamente pero yo desespero y me encuentro con sus labios que ahora estaban tibios y llenos de fervor…

-No pasados los quince minutos ya mis manos comenzaban a bajar su vestido, la tomo por la cintura y la subo a los lavamanos frente a los espejos, donde se reflejaba una espalda descubierta llena de hermosas pecas, su piel era tibia como el sol de la mañana, nunca antes había sentido tanto deseo, lujuria y pasión a la vez, solo quería arrancar toda su ropa, y comenzar con lo que yo esperaba que durara para siempre, sus manos me abrían el cinturón, los besos cada vez eran más intensos, sus caricias, su olor.. todo era perfecto…

-Aalguien golpeaba con fuerza la puerta, la estaban buscando, había pasado un buen rato desde que nos habíamos ido de la fiesta, ella se viste rápidamente, yo me escondo en un baño rogando que nadie entrase a revisar, ella abre y calmadamente les da una explicación, oigo como la puerta se cierra y los pasos se alejan, al cabo de unos minutos salgo, y miro por la baranda donde un piso más abajo nos besamos, veo la fiesta, logro verla a ella en medio del salón dándole explicaciones a su padre enfurecido, el se retira violentamente y la deja sola en aquella lujosa sala, parecía estar algo triste, el resto de las personas parecían abandonar la sala también…

-Espero a que nuestras miradas se encuentren pero nunca sucede, me decido a bajar por las escaleras y así tener más tiempo para reflexionar, al llegar al segundo piso la señora de mantenimiento ya no estaba, aun quería preguntarle que hacia allí a esas horas de la noche limpiando, continué bajando para beber unos tragos, nadie parecía notar mi ausencia, de nuevo estaba sentando, pensando en todas las posibilidades, esta vez no quería voltear a ver mi alrededor, sabía que ella estaba allá atrás mirándome, pero solo la idea de que no podría estar con ella me agobiaba, me sumergí en un trago y me preparaba para irme, alguien puso su mano en mi hombro, era uno de los guarda espaldas que me negaron la entrada unas horas atrás, me pedía que lo siguiera, pensé que no volvería a ver la luz de sol, pensé en huir, pero ya nada importaba, así que solo lo seguí...


-De un momento a otro me encontraba caminando sobre la horrible alfombra marrón por la que había visto caminar al padre y a la hermosa chica pelirroja, resulta que me conducía al salón de cristal, ella me había mandado a llamar, me esperaba sentada, le acerque mi mano y pedí que bailara conmigo, bajo la luz de la luna que entraba por el techo de transparente del local, y los objetos brillantes que estaban a nuestro lado, danzábamos lentamente… lo único importante era que estábamos juntos de nuevo...