-Lo mejor de los sueños es que en
ellos suceden cosas inimaginables, cosas que quizás en la vida real no
haríamos, no se tienen miedos, eres invencible, pero al final... solo son un
sueño...
-Pero no es solo un pequeño sueño… es
una gota de lo infinito... una gota que en las mejores imaginaciones crea
castillos, salva damiselas, viaja al espacio, salta al vacío y descubre que si
puede volar...
-Un escritor irlandés dijo "Ves
cosas y dices... ¿Por qué?... Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo...
¿Por qué no?"
-Mi sueño se los relato como lo
recuerdo, que no es mucho, pero si lo suficiente... tratare de amoldarlo para
que sea más interesante de leer. Espero que lo disfruten.
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-En el reflejo de un espejo veo una
versión elegante de mi mismo que se acomoda la corbata y que a la vez espía a
lo lejos las personas que están detrás, un ambiente alegre, lleno de tintineo
de copas, luces brillantes e innumerables risas me rodea, creo que era
Diciembre por el tipo de decoración, miro al rededor y me encuentro en un salón
de fiesta lleno de gente que no conozco, algunas tiendas que mostraban los
últimos productos de tecnología a los ricos que se acercaban a curiosear... en
el medio del lugar, separado por paredes de cristal una sala exclusiva con
muebles a su alrededor ocupados por gente con cara de que algo olía mal, en el
centro un zona destinada al baile ocupada por solo una pareja con cara de
haberse pasado de tragos, junto a ellos una mesa llena de artículos que
parecían de colección..
-Un momento de silencio... todos
miran hacia la entrada, volteo y logro mirar sobre las cabezas de las personas
que ahora están de pie a un grupo de personas es su mayoría guarda espaldas que
escoltan a una linda chica que usa un vestido negro bastante tentador y a un
señor bastante pasado de peso cubierto de pieles que tiene cara de obstinación,
algunos hacen seña de reverencia, otros saludan con una leve inclinación de la
cabeza, y otros se limitan a solo mirar... los sigo con la mirada mientras
caminan por una alfombra de un marrón bastante feo que llega al salón de
cristal, al entrar todos los saludan con un gran afecto que en mi opinión
pareció bastante simulado...
-Frente a mi pasa un mesonero con una
bandeja de plata sobre la cual reposan algunas copas llenas de champan que me
ofrece muy cortésmente, tomo dos y camino al salón de cristal donde aquella
mujer hermosa con cabello pelirrojo, piel blanca y vestido negro tentación
descansa sentada sola en un sillón
-El resto de las personas la
ignoraban… simplemente tenían más interés en hablar de negocios con el recién
llegado que probablemente era su padre.
-Al llegar a la entra dos hombres
vestidos con la misma ropa, me detienen y sin decir nada me hacen entender que
no puedo entrar... al parecer no era lo suficiente importante como para
ingresar... la chica me mira y entiende cuales eran mis intenciones… sin
embargo no parece importarle…
-Desilusionado camino a la barra
donde me tomo ambas copas pensando en las infinitas cosas que pudieron suceder si
hubiese logrado entrar…
-Luego de un rato me volteo de nuevo
a mirar mi alrededor, para mi sorpresa la chica con el vestido negro venia
caminando hacia mi… me miraba fijamente como si no hubiese mas nadie allí, al
llegar a la barra sin decir nada se sienta mi lado y pide dos tragos…
-Yo estaba absorto con su presencia,
era aun más bella de cerca su piel tenía algunas pecas, su cuello quedaba al
descubierto por un hermoso peinado que dejaba también ver unos sarcillos que
hipnotizaban con un balanceo brillante, bajando la mirada una espalda
descubierta perfectamente torneada, unas piernas esbeltas que demostraban que
se ejercitaba… una voz al fondo me decía algo… yo no sabía qué..., por salir
del apuro inmediatamente pregunto su nombre…
-Atónita por mi pregunta me mira con
unos ojos azules que reflejan las muchas luces que nos rodean, parecía
sorprendida el hecho de que no sabía quién era…
-Con cara de desinterés me dice su
nombre, y quien realmente era ella, que era hija de un gran comerciante de
antigüedades y coleccionista que viajaba por el mundo exhibiendo y vendiendo
partes de su colección a los más ricos de cada país… esa fiesta que había allí,
era algo exclusivo y yo no sabía cómo logré entrar.
-Luego de decir mi nombre recuerdo
pasar unas horas más contando las cosas banales de la vida, nuestra ocupación,
donde vivíamos, que hacíamos en nuestro tiempo libre siendo interrumpido de vez
en cuando por algún extraño que se acercaba a saludar… por lo que nos decidimos
por ir a un sitio más calmado…
-Me dijo que se tenía que librar de
los guarda espalda, que encontraría la forma de hacerlo, que nos viéramos en el
ascensor, asintiendo levanto la mirada y veo par de gorilas que miran en
nuestra dirección.
-Me da un beso frio-húmedo en la
mejilla, se voltea y se va de nuevo a la habitación de cristal, la veo
desaparecer entre las personas, respiro hondo, miro de nuevo alrededor y camino
al elevador…
-Luego de unos 5 minutos de espera
impaciente, llega ella con una sonrisa disimulada, parecía emocionada, se me
acerca al oído y me dice que tenemos un buen rato, había logrado engañar a
todos…
-Entramos al elevador, subiendo al
segundo piso un silencio es roto por el sonido de la campana que avisaba que
habíamos llegado, solo había algunas pocas luces encendidas, a lo lejos solo se
veía una mujer bastante mayor con una pulidora… me preguntaba que hacia
trabajando a estas horas… ella camina a una baranda donde se recuesta y me
mira, me acerco y sin previo aviso me abrasa,
Nuestras caras están muy cercas, de
reojo miro hacia abajo y veo luces, era la fiesta…
-De nuevo concentrándome en ella, veo
lo perfecta que es, sus ojos me absorben de nuevo, ella cierra sus ojos y sin
pensarlo la beso, sus labios tenía un sabor bastante único, eran dulces y
fríos, el tiempo parecía detenerse, mis manos sostenían su perfecto rostro, su
piel era tibia y bastante lisa… no quería que ese momento terminara…
-Un buen rato después nos mirábamos
de nuevo sin entender que pasaba, ella interrumpe de nuevo el silencio diciendo
que nunca había sentido algo así por nadie tan rápidamente, que estaba
confundida… decía que se tenía que ir… yo le pedía que se quedara un rato más,
pero parecía no oírme, la tome de la mano y la hice caminar junto a mi unos
metros, ella se detiene y vuelve a mirarme fijamente, sosteniendo su cuello la
beso intensamente, como si fuera la última vez… ella se separa bruscamente y se
va corriendo, yo quedo parado en medio de un pasillo a media luz aun sin
entender que pasa..
-Ella se dirigía a la Sra. que vimos
un tiempo atrás… hablan por un momento y ella sonriendo le entrega algo,
tomándolo, inmediatamente vuelve corriendo me toma por la mano y entramos de
nuevo al ascensor… miro hacia afuera y la Sra. de mantenimiento aun sonríe, las
puertas se cierra y subimos a un tercer piso, me arrastra de nuevo por un
pasillo totalmente oscuro, saca unas llaves, y abre una puerta gris de al
parece un baño, entramos y luego de dar unos pasos escucho el pasador trancando
de nuevo la puerta…
Nos encontrábamos en un baño bastante
grande y lujoso, había grandes espejos adornados de marcos tallados de color
dorado, pisos de mármol y decoración bastante fina, ella se me acerca
pausadamente pero yo desespero y me encuentro con sus labios que ahora estaban tibios
y llenos de fervor…
-No pasados los quince minutos ya mis
manos comenzaban a bajar su vestido, la tomo por la cintura y la subo a los
lavamanos frente a los espejos, donde se reflejaba una espalda descubierta
llena de hermosas pecas, su piel era tibia como el sol de la mañana, nunca
antes había sentido tanto deseo, lujuria y pasión a la vez, solo quería
arrancar toda su ropa, y comenzar con lo que yo esperaba que durara para
siempre, sus manos me abrían el cinturón, los besos cada vez eran más intensos,
sus caricias, su olor.. todo era perfecto…
-Aalguien golpeaba con fuerza la
puerta, la estaban buscando, había pasado un buen rato desde que nos habíamos
ido de la fiesta, ella se viste rápidamente, yo me escondo en un baño rogando
que nadie entrase a revisar, ella abre y calmadamente les da una explicación,
oigo como la puerta se cierra y los pasos se alejan, al cabo de unos minutos
salgo, y miro por la baranda donde un piso más abajo nos besamos, veo la
fiesta, logro verla a ella en medio del salón dándole explicaciones a su padre
enfurecido, el se retira violentamente y la deja sola en aquella lujosa sala,
parecía estar algo triste, el resto de las personas parecían abandonar la sala
también…
-Espero a que nuestras miradas se
encuentren pero nunca sucede, me decido a bajar por las escaleras y así tener
más tiempo para reflexionar, al llegar al segundo piso la señora de
mantenimiento ya no estaba, aun quería preguntarle que hacia allí a esas horas
de la noche limpiando, continué bajando para beber unos tragos, nadie parecía
notar mi ausencia, de nuevo estaba sentando, pensando en todas las
posibilidades, esta vez no quería voltear a ver mi alrededor, sabía que ella
estaba allá atrás mirándome, pero solo la idea de que no podría estar con ella
me agobiaba, me sumergí en un trago y me preparaba para irme, alguien puso su
mano en mi hombro, era uno de los guarda espaldas que me negaron la entrada
unas horas atrás, me pedía que lo siguiera, pensé que no volvería a ver la luz
de sol, pensé en huir, pero ya nada importaba, así que solo lo seguí...
-De un momento a otro me encontraba
caminando sobre la horrible alfombra marrón por la que había visto caminar al
padre y a la hermosa chica pelirroja, resulta que me conducía al salón de
cristal, ella me había mandado a llamar, me esperaba sentada, le acerque mi
mano y pedí que bailara conmigo, bajo la luz de la luna que entraba por el
techo de transparente del local, y los objetos brillantes que estaban a nuestro
lado, danzábamos lentamente… lo único importante era que estábamos juntos de
nuevo...